La producción teatral de la recreación histórica «Canteros y Caciques en la lucha por el Mármol» está compuesta por 22 escenas y 8 entre escenas.
Se centra en el Pleito de las canteras, un episodio de traiciones y lucha de poder, clave para entender lo que hoy en día es Macael, sus gentes, su cultura y su industria, pues supuso el mantenimiento del carácter público de sus canteras.
Se contextualiza este hecho con el devenir cotidiano del pueblo, centrado en la explotación del mármol anterior a la última industrialización.
El viernes y el sábado nos situamos en 1919, año en el que arranca el conflicto, y el domingo en 1947, año en que tiene lugar el desenlace definitivo.
Este año introduciremos una nueva escena dedicada al oficio de «amoladora». Las amoladoras eran las mujeres que acudían a los talleres con la misión de pulir las piezas ya talladas por los artesanos. Un oficio muy duro, en gran parte invisibilizado.
Como en otras ediciones contaremos con escenas dedicadas al trabajo en la cantera, al trabajo en los talleres de artesanía, al día a día del pueblo en esa época: costureras, lavanderas, reclutamiento para la Guerra de África, los niños en la escuela.
Por supuesto escenas en las que los caciques y su ambición son los protagonistas, junto a las escenas de lucha de los canteros y sus familias por mantener el carácter público de sus canteras organizados en torno a la Sociedad de Canteros y Marmolistas.
Escenas que muestran la dureza de la vida en esos años: los accidentes en la cantera y la miseria, junto a otras que muestran la alegría que también había: el nacimiento de un hijo, la boda o el día de la virgen.
Todas las escenas están interpretadas por vecinos de Macael y la Comarca del Almanzora, en general, de manera muy coral. Participan unas 70 personas, entre actores y figurantes, dirigidos por Kikín Fernández















