Los primeros vestigios de explotación del mármol de Macael los tenemos en las figurillas esquemáticas encontradas en diversos yacimientos arqueológicos del Valle del Almanzora. Durante el Neolítico Reciente y el Calcolítico, la población aquí asentada aprovechaba las piedras de mármol blanco arrastradas por los cursos de agua para elaborarlas.
En el yacimiento argárico del Cerro del Nacimiento, en Macael también se han encontrado molinos de mano elaborados con piedras de mármol recogidas en el Barranco Alegre.
Es en época romana cuando se abren las primeras canteras, probablemente en el margen derecho del Arroyo del Marchal, en algún punto entre el yacimiento arqueológico de Macael Viejo, en el que existía un asentamiento, donde probablemente vivirían los trabajadores, y el Pozo de los Moros. Mientras que en otro núcleo, seguramente algo mayor, situado junto al Río Almanzora, antiguo Surbo para los romanos, estarían ubicadas las serrerías.

Son los romanos, los que imponen la utilización de mármol en las ciudades y en las villas[1] en Hispania. Para ello exploran la existencia de yacimientos de mármol locales y comienzan a explotarlos, como en el caso de Macael.
Las canteras dependerían del municipio romano de Tagilis (actual Tíjola), y desde allí se exportaría, vía marítima, por el puerto de Baria (actual Villaricos).

Pero es en época islámica, cuando se inicia una explotación sistemática de las canteras.
El geógrafo de Abderamán III escribe respecto a las canteras de mármol de los Filabres: “Hay canteras de excelente mármol, muy blanco y no muy duro que sirve para entallar obras de arte y labrar muy bellas esculturas”
La utilización del mármol de Macael en el arte hispano-musulmán fue muy profusa, estando presente en sus monumentos más emblemáticos: la Mezquita de Córdoba, el palacio de Medina Azahara, la Alcazaba Almería, o el palacio de la Alhambra.
Al igual que en época romana, los trabajadores de las canteras estarían asentados en la alquería de Macael Viejo, donde se ha encontrado diversos utensilios domésticos elaborados con mármol, estelas funerarias y umbrales de algunas casas.
La salida del mármol tendría lugar por la antigua vía de comunicación que recorría el Valle del Almanzora desde la costa a Baza. De la exportación por vía marítima existe constancia por un pecio localizado en el Playazo de Rodalquilar con piezas desvastadas elaboradas en mármol de Macael.
Hubo también, en esta época una importante exportación de piezas de mármol, sobre todo de macabrillas[2], al norte de África.

[1] Residencias aristocráticas rurales.
[2] Lajas sepulcrales con forma prismática.